¿CÓMO SE LOGRA EL TRÁNSITO DE LA ACTIVIDAD DE REFERENCIA HASTA CADA UNIDAD EDUCATIVA, CADA SECCIÓN, CADA GRUPO SCOUT?

Venimos insistiendo en que una actividad de referencia se realiza para solucionar un problema detectado en la animación territorial o para mejorar la calidad del programa de jóvenes y que ello no es aplicable a todos los encuentros scouts.

Para lograr que una actividad de referencia tenga su "impacto" en terreno en cada unidad educativa, cada sección, cada Grupo Scout del territorio que animamos, no alcanza con replicar el contenido de la actividad, sino que debemos pensarla diferente desde el mismo momento en que nace y se empieza a planificar.

Es muy importante que los actores del territorio participen en el equipo de diseño de la actividad y su posterior desarrollo y recuperación de lo vivido, tanto los educadores scouts como los jóvenes participantes.

El ser parte de la actividad desde su génesis asegura protagonismo de dichos educadores en la toma de decisiones, los empodera al explorar y desarrollar sus posibilidades de creación y recreación de soluciones, asegura el conocimiento a fondo de los objetivos y el reconocer y comprometerse con el problema a resolver y, principalmente, inicia el camino que va desde la necesidad sentida hacia el protagonismo en las soluciones.

Respecto de los jóvenes el considerar un tiempo y un ambiente propicio para recuperar la experiencia pedagógica es la oportunidad que les permitirá valorar y apropiarse de dicha actividad de referencia para luego ser ellos mismos quienes propongan su inclusión en la planificación del "ciclo de programa".

El participar de la actividad desde su nacimiento lo habilita luego al educador scout a reinterpretarla de acuerdo a las necesidades específicas de los jóvenes de su unidad educativa, de su sección, de su Grupo Scout y asegura el tránsito hasta el terreno, hasta lo que llamamos figurativamente el "patio del grupo" (la bajada a tierra).
Es decir, al sentir la actividad como propia, se siente en condiciones de apoderarse de ella y, por lo tanto, la domina y la puede recrear.

Finalmente, el haber influido en su diseño y participado en su generación, es la mejor forma de vencer la resistencia al cambio y las incertidumbres respecto de las "verdaderas intenciones" del equipo de animación territorial.
Si logramos que los actores territoriales participen, en lugar de desconfiar, se sentirán parte y se entusiasmarán en asumir la acción transformadora y creadora que se intenta impulsar para mejorar la calidad del Programa de Jóvenes.

No hay fórmulas mágicas y la actividad de referencia no le llegará a todos por igual

Como animadores territoriales de programa trabajamos sobre realidades ricas en diversidad.
Por esto, no todos los educadores scouts ni todas las unidades educativas van a aprovechar el encuentro de la misma manera.
Esto estará condicionado, en gran medida, por la experiencia, la capacitación, la intuición, la creatividad y el grado de madurez grupal y en la tarea.

Por eso algunos educadores, a partir de lo que pase en el encuentro scout, podrán:
  • “re-crear” el encuentro o sus instancias,
  • incorporar la dimensión reflexiva sobre lo compartido,
  • establecer con claridad los objetivos educativos que persiguen a partir de la participación en ese encuentro en particular,
  • incorporar ideas, expandir el horizonte de juego propio y de los jóvenes de esa unidad,
  • imitar formas de hacer, estilos que planteamos como deseables,
  • “reproducir” lo realizado, como primer paso hacia la creatividad,
  • establecer redes por las que circule el conocimiento, la experiencia y las ideas.

Estos “usos” son de diferente complejidad: aquel educador scout que recién comienza a trabajar con los jóvenes se enriquecerá de una manera diferente de aquel otro que tiene más experiencia, pero es un punto a cuidar que todos se lleven este “plus”, diverso en cada caso.

Siempre listo, rodrigo
Rodrigo González Cao


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