El desarrollo espiritual y el Método Scout

En la entrada previa hemos repasado los elementos del Método Scout.

Les propongo ahora releerlos en un intento de relacionarlos con el desarrollo espiritual de cada joven:

+ La adhesión a los valores expresados en la Promesa y Ley Scout implican que el joven asuma un compromiso personal. Ser leal y digno de confianza, ayudar a los demás, ser cortés, obediente, alegre, económico y limpio son valores que recuerdan al joven el ideal de persona que se espera de él. Desarrollarse espiritualmente es aspirar a trascender, a ser mejor. Y esa construcción debe hacerse sobre pilares sólidos como son los valores del Código de Honor de los Scouts.

+ El aprender haciendo implica que el desarrollo espiritual solamente puede lograrse si uno mismo lo quiere. El desarrollo espiritual no es algo que nos imponen "desde afuera", es un recorrido, con tropiezos y aciertos, que cada uno va transitando en su crecimiento. Y ese camino para lograrlo es construir un mundo mejor, junto a otros.

+ La pertenencia a pequeños grupos ofrece un espacio de cooperación entre pares donde aprender a respetar a los otros y compartir metas comunes cultivando la amistad y la comprensión de las capacidades y también las limitaciones de los otros. Es en este espacio propio del pequeño grupo donde se debe favorecer la exploración de lo invisible, descubrir el sentido de las experiencias vividas y el expresar cada uno sus creencias. La espiritualidad no es algo que se vive egoístamente para los adentros, es una vivencia ante todo comunitaria, junto a otros.

+ Los adultos acompañan a los jóvenes en su desarrollo espiritual como compañeros de marcha. Desde dicho rol comparten su propia experiencia como “exploradores de lo invisible” y las cosas que les ayudaron a encontrar el sentido de su vida. El voluntario adulto, como hermano mayor, acompaña en el recorrido, socorre en los tropiezos, alienta ante las dificultades y, principalmente, nos recuerda el norte cuando nos extraviamos en la caminata.

+ Los programas de actividades basadas en los intereses de los jóvenes, principalmente al aire libre, nos dan la oportunidad de experimentar las maravillas de la naturaleza y descubrir que hay cosas que no podemos controlar ni comprender en su totalidad, animándonos a reflexionar sobre la obra de Dios.


Como hemos visto, los elementos del Método Scout permiten a los jóvenes identificar cuales son los valores comunes que comparten entre todos y cómo pueden cooperar entre sí para mejorar juntos su vida común y su desarrollo personal.

En la próxima analizaremos cómo el Método Scout se vincula con los Objetivos Educativos que el Movimiento Scout en su pedagogía.

Siempre listo, rodrigo

Rodrigo González Cao

(Disclaimer: Participo del Movimiento Scout desde que era Lobato con 10 años y en este tiempo he transitado por diferentes asociaciones scouts. Por eso aclaro al lector desprevenido que los artículos publicados son escritos a partir de mi experiencia scout personal y, al menos conscientemente, no es mi intención realizar juicios de valor o sentencias que pontifiquen a unos y descalifiquen a otros. La intención al compartirlos es que puedan ser interpretados por cada uno de forma personal y adaptados a la realidad y contexto de cada lector según su propia experiencia y la situación particular de la asociación scout en la cual participa. Pido disculpas de antemano si involuntariamente alguno se siente incómodo con alguna de las lecturas).

Nota original, 14 de enero de 2012: https://scouts2012.blogspot.com/2012/01/el-metodo-scout-y-el-desarrollo.html


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