Construir un mundo mejor

Construir un mundo mejor

El Movimiento no existe en un vacío, sino que se concibe como un sistema educativo abierto en constante interacción con su entorno social.

El Movimiento Scout es un agente de cambio positivo que forma jóvenes con un sólido sistema de valores, los cuales, mediante el servicio y la participación activa, contribuyen a construir un mundo más justo, pacífico, inclusivo y respetuoso, enfrentando los desafíos contemporáneos con un espíritu de fraternidad y compromiso con el bien común.

El propósito fundamental del Movimiento Scout es "contribuir a la educación de los jóvenes [...] para ayudar a construir un mundo mejor donde las personas se desarrollen plenamente y jueguen un papel constructivo en la sociedad".

La frase emblemática de Baden-Powell, que constituye un legado para los Scouts, es "dejar el mundo un poco mejor" y esto se logra a medida que las convicciones se transforman en acciones.

El Movimiento busca lograr este impacto por medio de varios mecanismos interconectados:

+ La educación en valores y el desarrollo del carácter: La Ley Scout, como código de valores, es el núcleo sobre el que giran los demás elementos del Método. La adhesión voluntaria a estos valores contribuye al fortalecimiento del carácter y guía la toma de decisiones y las acciones. Estos valores, internalizados por los jóvenes, se proyectan a la sociedad mediante el testimonio personal y la participación en las instituciones.

+ El Servicio a la Comunidad: La generosidad y la solidaridad se manifiestan de forma privilegiada por medio del servicio. Desde pequeños, se promueve el hábito de la solidaridad, siendo el servicio una herramienta clave. La buena acción diaria siembra la solidaridad y generosidad. El servicio no solamente resuelve un problema o alivia un dolor, sino que también es una forma para los jóvenes de explorar la realidad, conocer a otros, aprender a respetar y estimular la iniciativa para cambiar y mejorar la vida en común y en comunidad. Esta involucración en la vida de la comunidad contribuye al desarrollo personal y social.

+ La formación para la ciudadanía activa: El Movimiento prepara a los jóvenes para ser líderes sociales para el cambio. Les enseña a jugar un papel activo en la sociedad, preparándolos para asumir responsabilidades como ciudadanos adultos. El sistema de equipos (patrullas) les permite experimentar la planificación y ejecución de proyectos basados en valores comunes, demostrando que pueden cambiarse a sí mismos y al mundo. La educación en ciudadanía implica ayudar a los jóvenes a tener una opinión crítica sobre los problemas de su comunidad.

+ Abordar los desafíos sociales contemporáneos: El Movimiento Scout busca ser una respuesta educativa a los desafíos de la vida en sociedad, reforzando valores esenciales para construir sociedades más justas. Esto incluye trabajar en campos como la lucha por la vida y la salud, la defensa de la dignidad humana, el acceso a la justicia, la alfabetización, la promoción de vínculos afectivos y el cuidado del medio ambiente. El diálogo con otros actores sociales y comunidades de fe es una forma de tender puentes fraternos y construir una sociedad mejor y pacífica. El movimiento se posiciona como un actor de la sociedad civil que participa en debates y reflexiones sobre cómo construir un mundo mejor.

+ Promover la cohesión social y el respeto por la diversidad: En un mundo que a menudo exacerba las divisiones y la polarización, el Movimiento Scout busca fomentar la cohesión social. Enseña la capacidad de vivir junto a otros, a descubrir las riquezas de los demás. La educación en el diálogo se presenta como una barrera contra la discriminación. El Movimiento promueve el respeto por la dignidad humana y valora la diversidad cultural. La amabilidad ayuda a vencer incomprensiones y fomenta la convivencia sana. El diálogo implica respetar el punto de vista del otro y aceptar la posibilidad de que tenga algo que aportar.

El impacto del Movimiento Scout en la sociedad no es utópico, sino que se busca activamente a través de la implementación del Programa de Jóvenes y las prácticas educativas en cada grupo. Sin embargo, en este cambio de época, la sociedad actual presenta desafíos importantes, como la ruptura entre los valores scout y los mensajes diarios que reciben los jóvenes, la dificultad de encarnar coherentemente estos valores y las tendencias como el individualismo, el consumismo, la fragmentación social y la influencia de las tecnologías digitales que pueden minar la cohesión social y el encuentro real. 

A pesar de estos desafíos, el Movimiento se mantiene firme en la convicción de que es posible, a través de la vivencia de sus valores y la acción conjunta, construir juntos un futuro mejor. 

En este contexto, los voluntarios adultos juegan un papel crucial al dar testimonio de estos valores y acompañar a los jóvenes en su desarrollo y su servicio a la comunidad.

Te invitamos a encontrar otras lecturas sobre el Movimiento Scout en: https://scouts2012.blogspot.com/

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