El Movimiento Scout propone al joven la auto-educación

Hoy en muchas publicaciones especializadas en pedagogía y tendencias en educación ante los acelerados cambios de la economía digital y la cuarta revolución industrial escuchamos de conceptos “novedosos” como “habilidades blandas”, “aprender a aprender”, “potencial de aprendizaje” o “metaprendizaje”.
Todos esos gurúes del futuro de la educación, tal vez sin darse cuenta, están retomando las ideas que Baden-Powell incluyó hace más de 100 años en sus libros cuando les proponía a los jóvenes la “auto-educación”.
En su libro "Guía para el Jefe de Tropa" Baden – Powell nos explica que la propuesta pedagógica del Movimiento Scout se apoya en actividades que atraigan a los jóvenes y, adicionalmente, les permitan educarse en las diferentes facetas de su personalidad:
"Nuestro método de formación es educar desde dentro, en lugar de instruir desde fuera: ofrecer juegos y actividades que además de resultar atractivos para el muchacho, lo eduquen seriamente en el aspecto moral, mental y físico."
El principal hallazgo de B-P es que este aprendizaje desde el interior se encarna, mientras que, en el extremo opuesto, los grandes discursos y charlas magistrales que “llueven” desde arriba, resbalan y no permean.
El mensaje en el cual hace hincapié es que el joven aprende, casi sin darse cuenta, a través de juegos y actividades atrayentes, verdaderos anzuelos por medio de los cuales ingresa al “Gran Juego”.
Adelantándonos a otro elemento del Método Scout que analizaremos más adelante (la pertenencia a pequeños grupos), en la medida que los Guías de patrulla y Jefes de equipo progresivamente asumen que su principal papel es mantener la “rueda” del aprendizaje en movimiento, el autoaprendizaje se convertirá en un modo de vida para los jóvenes.

Ya veremos luego que el fin del sistema de equipos es desarrollar las habilidades de cooperar y liderar, asignar el mayor número posible de responsabilidades al mayor número posible de jóvenes, construir mutuamente la autoestima y apoyarse conjuntamente en el crecimiento personal de cada uno de los integrantes de la patrulla o equipo.
Cuando esta forma de obtener experiencias de las actividades se vuelve consciente en las ramas mayores, los jóvenes no sólo aprenderán "cosas", sino que también aprenderán a aprender.

Esto es lo que hoy se conoce como “potencial de aprendizaje” o “metaprendizaje” y que Baden-Powell denominaba “autoeducación”.

En los sistemas educativos que se enfocan solamente en los contenidos, en el mejor de los casos se aprenden "cosas", pero se aprenden de forma estática, con la ilusión de que eso se aprendió para siempre. Esa ilusión se desmorona al poco que miramos hacia atrás y apreciamos el ritmo de los cambios.

Tal vez una anécdota personal nos ayude a entender el punto. A mí me gustaba mucho escribir desde que era Scout y, de hecho, participaba activamente en escribir a máquina artículos para la “revista” de mi patrulla y para algunas ediciones que hacía el Grupo Scout para ciertos eventos importantes. En ese marco, desarrollé con la supervisión de mis jefes la especialidad de “Mecanografista”.
(Off topic) Para los que son más jóvenes y se preguntan de que estoy hablando. Antes de que existieran las computadoras personales, cuando querías escribir una nota prolija para publicar lo hacías en unos aparatos analógicos que se llamaban “máquinas de escribir” (eran unos aparatos de hierro, con teclas similares a los teclados actuales, y al presionar cada tecla se movía un martillito que en la punta tenía un “tipo” o dibujo de una letra que impactaba sobre una cinta de tela entintada que imprimía esa letra directamente sobre el papel).
Claramente esa habilidad de escribir en una máquina y ser mecanografista hoy quedó obsoleta, como seguramente muchas otras cosas que los estamos cerca de los 50 años recordaremos de nuestra infancia.
Al ritmo con que cambia el mundo volátil e incierto en el que vivimos, las cosas que aprendemos hoy, en unos cuantos años se volverán obsoletas. De ahí la importancia de “aprender a aprender” y cultivar en el joven el hábito de ser protagonista de su propia auto-educación.
Nuestra apuesta es por un sistema centrado en los procesos, donde se aprende de forma dinámica, porque se aprende a aprender.
Esto abre todo un debate que supera a los pocos renglones de esta entrada, pero, a veces, nos preguntamos en el Consejo de Grupo ¿enseñamos solamente la clave morse en sí? o enseñamos otra cosa que está detrás de ello.
Si nuestra opción es por los procesos, más allá de los contenidos puntuales, se está aprendiendo a aprender, a desaprender y a reaprender.
Entonces el desafío en el que debemos enfocarnos hoy es releer esas "tradicionales prácticas scouts" y saber encontrar los contenidos, o producirlos, en el momento en que se necesitan.
Por otra parte, si logramos aplicar el sistema de equipos en la rama en los términos que referimos unos párrafos antes, eso es lo que “debiera pasar” en cada patrulla o equipo en un proyecto o empresa.
Los procesos no se aprenden escuchando charlas ni haciendo pruebas. Se aprenden viviéndolos, por lo cual el equipo y la patrulla, donde todo es vida, son espacios privilegiados para aprender procesos.
Para que este aprendizaje ocurra y ocurra bien, necesitamos además crear un “campo de aprendizaje”.
Pero de eso nos ocuparemos en los próximos posteos.
Siempre listo, rodrigo 
Rodrigo González Cao 

(Disclaimer: los artículos publicados son escritos a partir de la experiencia scout del autor y, al menos conscientemente, no encontrarás juicios de valor o sentencias que pontifiquen a unos y descalifiquen a otros. La intención al compartirlos es que puedan ser interpretados por cada uno de forma personal y adaptados a la realidad y contexto de cada lector según su propia experiencia y la situación particular de la asociación scout en la cual participa).

  Link nota original, 17 de octubre de 2009: https://scouts2012.blogspot.com/2009/10/los-jovenes-aprenden-aprender.html

Más material sobre el Programa de Jóvenes en el MovimientoEl  Scout:


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