El Movimiento Scout, según su Constitución Mundial, se basa en una serie de Principios Fundamentales, entre los cuales se encuentran los Deberes para con los demás.
Estos deberes se definen como la Lealtad al país de uno en armonía con la promoción de la paz, el entendimiento y la cooperación local, nacional e internacional. Además, incluyen la participación en el desarrollo de la sociedad con reconocimiento y respeto por la dignidad de la humanidad y por la integridad del mundo natural.
La Lealtad al país, por lo tanto, está intrínsecamente ligada al deber de promover la paz a diferentes niveles: local, nacional e internacional. Esta lealtad no es un concepto aislado, sino que debe estar en armonía con la búsqueda de la paz, el entendimiento mutuo y la cooperación entre las naciones.
La Promesa Scout también refleja estos deberes. Al prometer hacer cuanto dependa de cada uno para cumplir sus deberes para con Dios, la Patria, con los demás y consigo mismo, se establece una conexión directa entre la lealtad a la Patria y los deberes hacia los demás.
Sin embargo, la concepción de lealtad ha sido objeto de reflexión. Baden-Powell hablaba de fidelidad a las autoridades legítimamente constituidas del país, a los padres y a los Jefes. Si bien esto denota una confianza en las "instituciones", tras diversas experiencias nacionales, esta visión puede parecer ingenua y plantea un dilema ético cuando el obedecer sin cuestionar a las autoridades asociativas, incluso si esto implica una "mentira piadosa", podría dañar a otros.
En definitiva, es importante discernir cuándo la lealtad a una institución podría entrar en conflicto con los deberes para con los demás, especialmente cuando se trata de la dignidad y el bienestar de las personas.
El concepto de Patria, según se transmite en las primeras ediciones de los libros de Baden-Powell, se relaciona con la ciudadanía activa y la participación responsable en la comunidad para dejar el mundo un poco mejor, interactuando activamente con los otros.
Dicho concepto se refiere a lo común que se comparte con quienes componen la nación, como una identidad, un sentido de pertenencia y los afectos entre quienes conviven en un espacio común.
Debe evitarse la distorsión hacia una visión de "ciudadano pasivo", limitado a cumplir leyes o ir a votar cada 2 años. La perspectiva original de B-P vincula la lealtad a la Patria con una participación activa y responsable que contribuye al bien común y, por extensión, a la paz.
El concepto de paz en el Movimiento Scout va más allá de la ausencia de conflicto. Se define como un proceso dinámico de colaboración entre todos, estados y personas, basado en el respeto por la libertad, independencia, soberanía nacional, igualdad, respeto por la ley, derechos humanos y una distribución justa de los recursos.
Este concepto amplio de paz contiene tres dimensiones: la ausencia de conflicto, las relaciones personales, interpersonales e interculturales, y las relaciones entre la humanidad y los recursos disponibles, incluyendo la justicia y la equidad.
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