El dominio de sí mismo y el desarrollo del carácter

El dominio de sí mismo y el desarrollo del carácter

El dominio de sí mismo es una cualidad que promueve el Movimiento Scout para que cada joven se convierta en una persona autónoma, responsable y comprometida.

El dominio de sí mismo se entiende como parte del entrenamiento hacia el autogobierno, una de las facetas de la pertenencia a pequeños grupos bajo la guía de adultos, e implica ser "dueño de sí", poseer fortaleza en las convicciones y constancia en los propósitos, lo que permite, entre otras cosas, "ver el lado bueno de las cosas y no el malo" incluso en las dificultades, como aconsejaba Baden-Powell.

La Ley Scout actúa como una guía para las acciones y una apelación positiva a "ser mejor" y al autodesarrollo. No es una barrera contra las faltas, sino una proposición positiva.

La adhesión voluntaria a los valores expresados en la Ley y la Promesa Scout fomenta la internalización de un código de vida desafiante y anima al desarrollo del carácter. El compromiso con estos valores guía la toma de decisiones e interpela las acciones y conductas.

El concepto de "ser puro/a" abarca mucho más que una simple moralidad sexual y está directamente relacionado con el Dominio de Sí Mismo en un sentido amplio.

En sus libros "Escultismo para muchachos" y "Roverismo hacia el éxito", Baden-Powell describe actitudes personales que atentan contra la pureza, como la pereza, la ociosidad, la mundanería, la falta de limpieza personal y las compañías inadecuadas.

Por el contrario, una persona pura es aquella que es trabajadora, valoradora de lo trascendente, prolija y que busca amistades provechosas. Estos consejos, aunque puedan sonar antiguos, son transponibles a la vida actual. El dominio de sí mismo también incluye virtudes como la abnegación y el ingenio.

El Movimiento Scout fomenta el Dominio de Sí Mismo a través de diversos elementos de su Método:

+ Aprendizaje por la acción: La vivencia de actividades y la superación de desafíos contribuyen a desarrollar el carácter, la confianza en sí mismos y la fiabilidad. Baden-Powell enfatizaba la importancia de la práctica sobre la teoría para aprender, especialmente en la naturaleza. Encontrarse con la realidad obliga a pensar y poner en juego habilidad, inteligencia y carácter.

Pertenencia a pequeños grupos (Sistema de Patrullas): Este elemento es fundamental para la formación del carácter. Al trabajar en pequeños grupos, los jóvenes descubren y aceptan responsabilidades progresivas y desarrollan su autonomía moral. El sistema cooperativo y la dinámica de grupo ayudan a descubrir las propias riquezas y carencias, construyendo la autoestima.

Guía de adultos: Los educadores scouts acompañan este proceso. Actúan como "hermanos mayores" que ayudan a reforzar la autoestima del joven y lo guían en su desarrollo personal. La observación y el seguimiento de la progresión personal, incluyendo la reflexión sobre los objetivos propuestos, son clave.


El dominio de sí mismo, al ser parte del "desarrollo del carácter", es considerado por B-P como un antídoto contra la incertidumbre moderna que despoja a las juventudes del sentido de responsabilidad. Históricamente, se relacionó con la idea de evitar el decaimiento físico y mental y con la formación de "buenos ciudadanos".

En palabras de hoy, podemos decir que el Dominio de Sí Mismo es un proceso continuo y multifacético de autodesarrollo y formación del carácter, cimentado en la Ley Scout y fomentado activamente mediante el Método Scout que busca impulsar a las juventudes a dirigirse a sí mismas, enfrentar desafíos con optimismo, vivir sus valores con coherencia y contribuir positivamente a la sociedad.

Encuentras otras publicaciones sobre el Movimiento Scout en: https://scouts2012.blogspot.com.

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