A través del juego podemos “aprehender” la realidad

Como mencionamos en el posteo anterior, la pedagogía del Movimiento Scout está basada en el juego y, a través del juego, el joven experimenta, asume reglas y responsabilidades y se “apropia” de la realidad.

Un día, cuando estaba haciendo mis primeros cursos de formación para ser dirigente de jóvenes, el equipo de formadores nos sacó del aula adonde estábamos realizando una charla y nos invitó a asomarnos al patio y observar.

Era un sábado a la tarde, medio gris, nublado y frío. El curso se hacía en una escuela adonde también funcionaba un Grupo Scout los sábados por la tarde. Nosotros estábamos mirando desde una especie de “balcón” desde el primer piso y teníamos una vista privilegia (un panóptico) de lo que sucedía en ese patio.
Aún hoy, luego de varios años, recuerdo esas imágenes como si estuviera viendo de vuelta una película.

En el patio jugaba una Manada y los niños estaban formados en filas e iban saliendo corriendo de a uno por vez a cumplir una prueba al otro lado del patio, la realizaban y regresaban rápidamente a la fila para pasarle la posta al próximo Lobato que saldría corriendo. Las pruebas eran diversas: una clave, atarse el nudo de las zapatillas, cantar una canción scout, decir la Ley de la Manada, preguntas que le hacían los Viejos Lobos, etc. El que cumplía satisfactoriamente la prueba recibía una cintita de colores. Al final, la seisena que había juntado más cintas durante el tiempo del juego recibía una recompensa.

Luego de dicho ejercicio de observación volvimos al aula y conversamos con los formadores que Baden-Powell a partir de la observación del juego social espontáneo había identificado ciertos elementos que luego incorporó al Movimiento Scout: acción, imaginación, asociación, roles y reglas.
Elementos que también habían estado presentes en ese patio cien años después.

El juego es tan valioso dentro de la propuesta pedagógica del Movimiento Scout porque optimiza las oportunidades de:

  • experimentar,
  • aventurar,
  • imaginar,
  • soñar,
  • proyectar,
  • construir,
  • crear y
  • recrear la realidad.

El juego genera una ocasión de aprendizaje significativo que el Método Scout privilegia como un espacio de experiencias donde el joven es actor protagónico.
La educación a través del juego, que facilita la integración de cada joven con sus pares, le permite a cada uno el conocimiento de sus aptitudes y motiva su interés por explorar, aventurar y descubrir.
En el juego el joven puede desempeñar roles diversos, descubrir reglas, asociarse con otros, asumir responsabilidades, medir fuerzas, disfrutar triunfos, aprender a perder y evaluar sus aciertos y errores.
Es decir, vive todos y cada uno de los elementos del Método Scout.
El juego no tiene edad, ni es algo privativo de los niños. Todas las experiencias antes referidas (roles, reglas, asociación, responsabilidades,etc.) son muy provechosas también en la juventud o en una etapa de formación de la identidad.
En la próxima entrada reflexionaremos sobre el juego como actitud y como actividad.
Siempre listo, rodrigo   

Rodrigo González Cao 

(Disclaimer: los artículos publicados son escritos a partir de la historia y la experiencia del autor, sin embargo, la intención al compartirlos es que puedan ser leídos, interpretados y adaptados a la realidad y contexto de cada lector según su propia historia, experiencia y la situación particular de la asociación scout en la cual participa).

Link nota original, 27 de julio de 2009: http://scouts2012.blogspot.com/2009/07/traves-del-juego-podemos-experimentar.html

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