El método scout es... ...la educación en ciudadanía desde los ojos de B-P

En las entradas anteriores venimos reflexionando sobre la invitación de Baden-Powell de ser "más scout para ser mejores ciudadanos".

Así hemos planteado algunas de las dificultades que pueden aparecer en la actividad semanal de nuestros Grupos Scouts.

Los obstáculos al ejercicio de la ciudadanía analizados si no los resolvemos nos pueden llevar a la consolidación de prácticas más inequitativas.

Ese "riesgo" está latente si no superamos pronto esos escollos que surgen aunque promovamos en el discurso los derechos de los jóvenes.

Casi sin notarlo, ni quererlo, pueden "colarse" limitaciones al ejercicio de la ciudadanía activa y, transformarla en una "ciudadanía pasiva", la de meros espectadores de la vida, situación que Baden-Powell criticó fuertemente.

Por otro lado, cuando hablamos de apatía o cinismo de los jóvenes o de «ciudadanía latente», atrás están insuficientes incentivos para que encuentren motivos (y motivación) para participar.

Baden-Powell decía en sus "Notas para instructores" complementarias de su libro "Escultismo para Muchachos":


"Los muchachos de la nación están llenos de entusiasmo y espíritu, y solamente quieren que se les oriente en la dirección correcta para convertirse en ciudadanos buenos y útiles. Mucho de este espléndido material se pierde, ¡peor que éso!, se permite que se vuelva dañino a la nación por falta de educación, por falta de una mano que guíe a los chicos en la crisis de su vida, cuando están en la disyuntiva donde su futuro se bifurca al bien o al mal.

Ellos se convertirán en los padres de más chicos, que se supone que deben adiestrar en la línea correcta de la buena ciudadanía, cuando en realidad ellos mismos no tienen la más somera idea de la palabra. Y no es culpa suya únicamente."

La educación en la participación y en ciudadanía activa debe ser prioritaria para el Consejo de Grupo como comunidad educativa que supervisa las prácticas pedagógicas de cada sección y, en consecuencia, debe estar presente desde la edad más temprana.

Nuestro objetivo debe ser la «ciudadanía construida» en alianza, en la sociedad de jóvenes y adultos, que se expresa en los órganos de gobierno de la rama.

El primer paso es el rol protagónico de los niños, niñas y jóvenes en la propuesta y selección de las actividades que realizarán y su involucramiento directo en la organización y evaluación de las mismas, siempre con el acompañamiento atento de los voluntarios adultos.

Cuando ese rol protagónico cede ante una participación de los educadores scouts que desplaza a los los jóvenes, sin quererlo, aunque en el discurso propongamos otra cosa, vamos imponiendo la idea del "hermano mayor" (en el sentido de Orwell) que nos dice lo que nos conviene.

La ciudadanía activa es la principal herramienta con la que contamos y nace de aplicar el Método Scout como un sistema de auto educación progresiva basado sobre:
  • Una promesa y una ley (educación en valores)
  • Una educación por la acción (aprender haciendo)
  • La participación activa en la vida de pequeños grupos (como por ejemplo: la patrulla o el equipo), con la ayuda de adultos que los acompañan y aconsejan atentamente y, que incluye el descubrimiento y aceptación de responsabilidades, la formación en la autogestión tendiente al desarrollo del carácter, el acceso a la especialización y competencia, a la confianza en sí mismo, al sentido de servicio y a la aptitud para cooperar y también para liderar.
  • Programas progresivos y atrayentes, compuestos por actividades diversas basadas en los centros de interés de los participantes, que incluyan juegos, técnicas útiles y asumir servicios a la comunidad; estas actividades se realizan principalmente al aire libre, en contacto con la naturaleza.
No es menor lograr que todos los voluntarios logren comprender cómo los Scouts nos proponemos dejar el mundo mejor de cómo lo encontramos.

No es solamente plantando un árbol o juntando alimentos para los inundados.

La educación en buena ciudadanía que Baden-Powell propone es asumir un rol activo en la sociedad para todos contemos con los mismos derechos y trabajar directamente, en el territorio, para lograr una sociedad más igual.

Es el poner manos a la obra para tomar parte en el juego como invita Baden-Powell en la Fogata 26 de su libro "Escultismo para Muchachos".

Ser ciudadano es mucho más que ser "vecino" o ser habitante de un país.

Ser ciudadano es asumir que uno tiene derechos inalienables reconocidos por la Constitución y las leyes y, en consecuencia, actuar responsable y activamente para que esos derechos le "lleguen" a todos por igual.

En ese ser "más scout para ser mejores ciudadanos", no pretendemos reemplazar al Estado (quien debe intervenir en las tensiones entre los factores de poder y los ciudadanos tutelando derechos), sino que actuamos en nuestra comunidad cercana acercando a los más alejados a esos derechos y aportando nuestro pequeño "granito de arena" para transformar las estructuras injustas en otras más justas que incluyan a más personas.

Ese es el mensaje que 100 años atrás B-P nos dejó en "Escultismo para Muchachos" y sus posteriores libros, lamentablemente luego corrió mucha agua bajo el puente y parte de esa propuesta de ciudadanía activa fue girando hacia otros caminos.

Tal vez releer la mencionada Fogata 26 sea el primer paso para refrescar nuestra mirada.

Siempre listo, rodrigo
Rodrigo González Cao

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