La semana pasada señalamos que la supervisión era fijar la mirada y que la "lente" del "observador" amplía la imagen del objeto sobre el cual posa su mirada en relación al contexto.
Para que la supervisión del Programa no se reduzca a un control superficial sino a discernir los problemas reales y, a partir de su identificación, prestar el asesoramiento, les sugerimos primero seguir un proceso de cinco etapas:
1. Período preparatorio de la supervisión: El equipo de Animación Territorial del Programa junto con los educadores scouts del territorio a supervisar, se reúnen e intercambian ideas, llegando a acuerdos sobre las tareas que se realizarán, los objetivos que las orientarán, las funciones y roles respectivos y los tiempos previstos. El sentido de esta etapa es consensuar estas acciones para atenuar las resistencias que pudieran surgir.
2. Período de observación en el proceso de supervisión: Es la etapa del relevamiento de datos con “objetividad”. Se presenta como un momento en el cual se pone en juego la dinámica observador-observado. A veces resulta necesario recortar el campo a observar, sin que se pierda significatividad y sin desconocer el contexto en el que se inserta.
3. Período de análisis en el proceso de supervisión: Las dos partes efectúan un análisis crítico y una interpretación de los hechos relevados. Cada uno puede pensar, reflexionar y relatar sus percepciones sobre la situación, y sus explicaciones sobre ella. Esto supone una mirada sincera, que reconozca elementos positivos y negativos, que invite a la reflexión y a la puesta en marcha de mecanismos apropiados para intervenir en cada caso.
4. Período de retroalimentación en el proceso de supervisión: Es el momento en el que el equipo de Animación Territorial de Programa aporta algunas alternativas superadoras a la situación. Se constituye como una instancia formativa y de perfeccionamiento de los actores involucrados. No siempre tendrán las respuestas para cada problema, pero podrán, tal vez, sugerir preguntas que inicien una reflexión o que orienten la mirada hacia los recursos disponibles en el propio territorio, en la comunidad, o fuera de ella.
5. Período de evaluación del proceso de supervisión: Implica revisar lo sucedido en las etapas anteriores para que los actores incluidos puedan emitir juicios valorativos sobre las mismas. Constituye un modo de enriquecer la tarea de supervisión y que la evaluación, apoyada en el control, pero no limitada exclusivamente a él, pierda para los actores la connotación negativa.
Si bien estas etapas nos resultan conocidas y, tienen cierta relación con los momentos de la Animación Territorial que ya reseñamos previamente, muchas veces suelen presentar inconvenientes a la hora de ponerlas en juego.
La semana próxima, entonces, reflexionaremos juntos sobre el asesoramiento en la Animación Territorial del Programa de Jóvenes.
Para que la supervisión del Programa no se reduzca a un control superficial sino a discernir los problemas reales y, a partir de su identificación, prestar el asesoramiento, les sugerimos primero seguir un proceso de cinco etapas:
1. Período preparatorio de la supervisión: El equipo de Animación Territorial del Programa junto con los educadores scouts del territorio a supervisar, se reúnen e intercambian ideas, llegando a acuerdos sobre las tareas que se realizarán, los objetivos que las orientarán, las funciones y roles respectivos y los tiempos previstos. El sentido de esta etapa es consensuar estas acciones para atenuar las resistencias que pudieran surgir.
2. Período de observación en el proceso de supervisión: Es la etapa del relevamiento de datos con “objetividad”. Se presenta como un momento en el cual se pone en juego la dinámica observador-observado. A veces resulta necesario recortar el campo a observar, sin que se pierda significatividad y sin desconocer el contexto en el que se inserta.
3. Período de análisis en el proceso de supervisión: Las dos partes efectúan un análisis crítico y una interpretación de los hechos relevados. Cada uno puede pensar, reflexionar y relatar sus percepciones sobre la situación, y sus explicaciones sobre ella. Esto supone una mirada sincera, que reconozca elementos positivos y negativos, que invite a la reflexión y a la puesta en marcha de mecanismos apropiados para intervenir en cada caso.
4. Período de retroalimentación en el proceso de supervisión: Es el momento en el que el equipo de Animación Territorial de Programa aporta algunas alternativas superadoras a la situación. Se constituye como una instancia formativa y de perfeccionamiento de los actores involucrados. No siempre tendrán las respuestas para cada problema, pero podrán, tal vez, sugerir preguntas que inicien una reflexión o que orienten la mirada hacia los recursos disponibles en el propio territorio, en la comunidad, o fuera de ella.
5. Período de evaluación del proceso de supervisión: Implica revisar lo sucedido en las etapas anteriores para que los actores incluidos puedan emitir juicios valorativos sobre las mismas. Constituye un modo de enriquecer la tarea de supervisión y que la evaluación, apoyada en el control, pero no limitada exclusivamente a él, pierda para los actores la connotación negativa.
Si bien estas etapas nos resultan conocidas y, tienen cierta relación con los momentos de la Animación Territorial que ya reseñamos previamente, muchas veces suelen presentar inconvenientes a la hora de ponerlas en juego.
La semana próxima, entonces, reflexionaremos juntos sobre el asesoramiento en la Animación Territorial del Programa de Jóvenes.
Siempre listo, rodrigo
Rodrigo González Cao
Más material sobre el Programa de Jóvenes en el Movimiento Scout:
El Programa de Jóvenes en el Siglo 21:https://docs.google.com/file/d/0BxGyqT31aJgFVzFoRV9wX2FwWlU/edit?usp=sharing
El Blog del Educador Scout: http://scouts2012.blogspot.com
La Biblioteca de Scouts2012 – recursos educativos:http://www.reocities.com/scouts2012
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