EL MOVIMIENTO SCOUT ES UN MOVIMIENTO DE JÓVENES

La Política Scout Mundial de Participación Juvenil destaca como principio básico que el Movimiento Scout es un MOVIMIENTO DE JÓVENES, apoyado por adultos. 

Debemos desterrar la interpretación equivocada de Movimiento para los jóvenes manejado por adultos, donde son los jóvenes son meros “beneficiarios” o espectadores (la caracterización de los jóvenes como "miembros beneficiarios" es solamente una categorización legal de los estatutos y no un concepto pedagógico).  

La fortaleza del Movimiento Scout es su propuesta de comunidad de aprendizaje entre jóvenes y adultos, trabajando juntos en una alianza de entusiasmo y experiencia inter-generacional.

Este principio básico debemos tenerlo siempre presente al animar territorialmente el Programa de Jóvenes. 

En concordancia, la Política Mundial de Programa de Jóvenes destaca el concepto de centralidad del programa de jóvenes en nuestras organizaciones

A partir de dicha centralidad reforzamos el concepto de SER UN MOVIMIENTO DE JÓVENES. 

Nuestros Grupos Scouts son los espacios donde se aplica el Programa de Jóvenes por medio de las actividades. 

Por eso es muy importante que, en dichos espacios de implementación del Programa a nivel local, no se pierda de vista que las estructuras de co-gobierno en cada rama son el espacio natural y privilegiado de la participación activa de los jóvenes

Si los jóvenes logran vivir una ciudadanía activa a través de las actividades que seleccionan y desarrollan, su participación en el proceso de toma de decisiones del Movimiento Scout será cada vez más provechoso.

El protagonismo de los jóvenes es mucho más que el reconocimiento estatutario a tener derecho a voto en ciertas reuniones de la organización a nivel distrital o nacional. 

Para ser verdaderamente un movimiento DE jóvenes, desde la más tierna infancia debemos lograr que los niños, niñas y jóvenes sean PROTAGONISTAS del Programa de jóvenes. 

Es decir, que sean ellos quienes seleccionan, ejecutan y evalúan las actividades y, en consecuencia, que los voluntarios adultos pierdan el miedo a que esos jóvenes sean protagonistas.

El rol del adulto es facilitar esa alianza intergeneracional de aprendizaje. 

Para "construir un mundo mejor" tenemos que EDUCAR PARA LA VIDA! 

Siempre listo, rodrigo.

Rodrigo González Cao

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