La vida del Scout no se fracciona en bimestres artificiales

En los posteos previos hemos expresado que cuando se trabaja en el logro de objetivos educativos que comprenden todos los aspectos de la personalidad, no alcanza con evaluar el avance de los jóvenes en el interior del pequeño grupo o en la sección.
En la medida de lo posible, es necesario observar si todas las actividades que desarrollan, dentro y fuera del Movimiento, en su casa, en su vecindario y en la escuela, contribuyen a producir en ellos las conductas deseables contenidas en los objetivos.
Por el mismo motivo tampoco podemos fraccionar los objetivos a lograr en tramos de tiempo artificiales como “bimestres” o “trimestres”.
En mis visitas a diferentes Grupos Scouts me he encontrado con planificaciones donde se propone que cada joven logre un determinado grupo de objetivos durante un determinado período y, el resto de los objetivos en el siguiente “bimestre”, por ejemplo.
Siento la necesidad de expresar que este fraccionamiento de la vida de los jóvenes y la construcción de su identidad en "trozos de tiempo" es artificial y contradice todo lo que hemos analizado previamente sobre el "aprender haciendo" que propone el Movimiento Scout.
Sin duda el joven va avanzando de a poco en sus objetivos, pero no vive las experiencias de su vida en cuotas. 
Entonces, ¿cómo se conjuga la planificación de la sección con la progresión personal?
En primer lugar, no ser "fundamentalistas" de la planificación. 
El Movimiento Scout promueve la educación no formal y no debemos caer en el extremo de la escolarización.
Por otra parte, cada joven es "un todo" respecto de todos los aspectos que conforman su vida.
Entonces, el Programa del Movimiento Scout procura que el joven progrese en relación a sus objetivos de la misma forma en que crece y vive su vida.
Por ello, como los "objetivos educativos" son objetivos para la vida, todos están interconectados y no es posible lograr unos sin afectar a los otros.
Tampoco es posible para los jóvenes decidir que en este Ciclo de Programa van a poner todos sus esfuerzos en tal objetivo y “suspender” su vida en los demás aspectos de su personalidad. Una cosa es evaluar al final de cada Ciclo la progresión personal y otra es poner en "stand by" un cacho de la personalidad por "X" meses y enfocarse en otros aspectos. ¡Así no funcionan las cosas en la vida real!
Tal vez lo estoy expresando un poco exagerado, con un poco de "caricatura", pero ese es el feedback que hemos recogido en varios módulos de formación y visitas a los Grupos.
Para cerrar dejo un ejemplo que pone en evidencia el llevar al extremo el fraccionamiento de los objetivos. 
Si se aplicara esta supuesta posibilidad de dividir los objetivos en grupos trimestrales o semestrales:

  • ¿ Qué pasaría si un joven no eligiera para un período los objetivos relativos a la vivencia de la Ley Scout?
  • ¿ Los valores scouts no serían normas de conducta durante ese tiempo?

Al mostrar este extremo los invito a reflexionar que el planificar de esta manera vacía de sentido y de lógica todo lo que hablamos previamente sobre el Método Scout.
En síntesis, planificar así es más apropiado en un sistema donde los objetivos buscan solamente la adquisición de conocimientos.
Pero como hemos visto en los escritos de Baden-Powell eso no es "aprender a aprender" ni aprender por la acción.
Siempre listo, rodrigo 

Rodrigo González Cao   

(Disclaimer: los artículos publicados son escritos a partir de la experiencia scout del autor y, al menos conscientemente, no encontrarás juicios de valor o sentencias que pontifiquen a unos y descalifiquen a otros. La intención al compartirlos es que puedan ser interpretados por cada uno de forma personal y adaptados a la realidad y contexto de cada lector según su propia experiencia y la situación particular de la asociación scout en la cual participa).

Nota original, 14 de noviembre de 2009: http://scouts2012.blogspot.com/2009/11/armando-el-plan-de-seccion-se-pueden.html

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