El Movimiento Scout establece un vínculo fundamental entre ayudar a los demás en sus dificultades y la dimensión espiritual de sus miembros.
Esta conexión se manifiesta de diversas maneras, arraigándose en los principios, la Ley y la Promesa Scout, así como en la propia concepción de la espiritualidad dentro del Movimiento.
Entre los Principios Fundamentales del Movimiento Scout encontramos los "Deberes para con Dios" y los "Deberes para con los demás".
El primero implica la adhesión a principios espirituales, la lealtad a la religión que los expresa y la aceptación de los deberes que de ellos resultan.
El otro el servicio y ayuda al prójimo sin esperar recompensa ni alabanza.
Nos parece importante destacar este vínculo entre lo trascendente y la acción concreta hacia los demás.
Baden-Powell entendía que realizar buenas acciones era una forma tangible de servicio a Dios comprensible incluso para los niños.
La Ley Scout promueve valores como ayudar al prójimo, la fraternidad y el servicio.
Estos valores no son meramente conductuales, sino que están imbuidos de una dimensión espiritual.
El amor y el servicio se consideran la base para mejorar la sociedad y vivir en armonía con los demás y con la naturaleza, conectando así la acción social con un sentido de propósito y la búsqueda de la felicidad.
La dimensión espiritual en el Movimiento Scout no se limita a la práctica religiosa formal, sino que abarca una búsqueda de sentido, la trascendencia del mundo material y el desarrollo existencial como una mejor persona.
Ayudar a los demás en sus dificultades se convierte en una experiencia espiritual al permitir a los jóvenes descubrir a Dios en los que necesitan ayuda, en la naturaleza y en su comunidad.
El servicio se presenta como una forma de explorar la realidad, conocerse a sí mismo, aprender a respetar a los otros y experimentar la aceptación, contribuyendo al desarrollo de una autoimagen positiva.
El Movimiento Scout promueve un "espíritu de fraternidad y comprensión que trasciende las barreras nacionales y las creencias religiosas".
Esta hermandad impulsa a los scouts a cooperar y apoyarse mutuamente, actuando en solidaridad con quienes se encuentran en situaciones de vulnerabilidad para alcanzar una vida plena.
El Scoutismo promueve un diálogo sobre el proyecto de vida que invita a reflexionar la importancia de la cooperación y el apoyo mutuo en las aventuras compartidas.
Pero también promueve un diálogo sobre la Misión Compartida en el cual se enfatiza el actuar en un espíritu solidario en favor de la comunidad y de quienes transitan situaciones de vulnerabilidad.
Ambas formas de diálogo práctico demuestran cómo la dimensión espiritual se traduce en acciones concretas de ayuda y colaboración.
En la propuesta educativa del Movimiento Scout el servicio no es solamente una actividad, sino una expresión del compromiso espiritual y una manera de dar testimonio de los valores de la Ley y la Promesa Scout en los actos cotidianos.
En resumen, el ayudar a los demás en las dificultades no es solo un acto de solidaridad en el Movimiento Scout, sino una manifestación práctica y esencial de su dimensión espiritual.
A través del servicio, los scouts ponen en acción sus "Deberes para con Dios" y "Deberes para con los demás", viven los valores de la Ley y la Promesa, buscan un sentido trascendente en sus vidas y fortalecen los lazos de fraternidad que caracterizan al Movimiento.
Comentarios