La autonomía moral y el proyecto de vida en el contexto de la relación consigo mismo.
La autonomía moral es la capacidad que permite a cada joven asumir la responsabilidad de su desarrollo.
El proyecto de vida es el camino o la meta de ese desarrollo autodirigido. Ambos conceptos son esenciales para la vivencia de la relación consigo mismo, ya que sin autonomía, el joven no podría ser verdaderamente responsable de su propio crecimiento, y sin un proyecto, ese desarrollo carecería de dirección y propósito según sus propios valores y criterios.
El Movimiento Scout, a través de su Método (como la pertenencia a pequeños grupos que fomenta el autogobierno y la Ley y Promesa que proponen valores), busca fomentar esta autonomía y guiar al joven en la construcción y realización de su proyecto de vida, cumpliendo así con este principio fundamental.
La autonomía moral comienza a ser accesible para el joven alrededor de los 10 u 11 años, cuando son capaces de razonar lógicamente. En esta etapa, el joven es capaz de juzgar por sí mismo sus propios actos y los de los demás.
Los principios morales son aceptados personalmente como una forma de compartir derechos y deberes en el grupo al que se pertenece.
En un contexto filosófico, la autonomía es descrita como la capacidad de pensar por sí mismo y hacerse responsable moralmente por las propias decisiones y actos. También implica la capacidad de dirigir la propia vida, de acuerdo con criterios y valores personales, estableciendo metas y fundamentando decisiones y actos.
El Movimiento Scout acompaña la transición hacia la identidad adulta, preparando a las personas para asumir autoridad sobre sus vidas y desarrollar sus capacidades de autonomía. Es un criterio fundamental del mutuo respeto, permitiendo considerar a una persona como un sujeto moral a cargo de su propia vida.
El desarrollo de la autonomía requiere la capacidad de reflexionar sobre los criterios y valores que dan sentido a la vida, más allá del discernimiento instrumental.
El adulto juega un papel importante al estimular al joven para que aporte razones para sus puntos de vista y al demandarle consistencia, lo cual es formativo para el desarrollo de su capacidad de autonomía.
La autonomía también se logra a través del reconocimiento que el otro brinda al aceptar las razones que alguien ofrece para justificar sus posiciones y acciones. El Movimiento Scout busca formar ciudadanos autónomos, responsables, solidarios y comprometidos.
El Movimiento Scout considera relevante que cada joven desarrolle su propio proyecto de vida.
La realización del propio proyecto de vida es explícitamente mencionada como parte de la relación con uno mismo en el esfuerzo de orientar las energías hacia el desarrollo personal.
La construcción del proyecto de vida es uno de los objetivos que busca la integración de todos los aspectos de la personalidad del joven (espiritual, social, afectivo, carácter, físico), lo cual implica armonizar los diferentes aspectos de su vida.
El Movimiento Scout cree que cada joven tiene una misión en su vida (su vocación), y la construcción del proyecto de vida está ligada a la encarnación de la dimensión vocacional de la llamada a la vida.
Tener un proyecto personal para la vida es parte de ser una persona íntegra y libre, responsable de sí misma.
También puedes encontrar material de tu interés en:
+ El Blog del Educador Scout: https://scouts2012.blogspot.com
Encontrarás más material que he escrito sobre el Movimiento Scout en:
+ El Programa de Jóvenes del Movimiento Scout en el siglo 21: http://tinyurl.com/programa-de-jovenes-scouts
8. Ulises y la Odisea de la juventud en el siglo 21: https://tinyurl.com/ulises-jovenes-scout
10 - El cambio de época y las juventudes: la respuesta del Movimiento Scout: https://tinyurl.com/cambioepocal-ppt
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