La relación consigo mismo
Los Principios Fundamentales del Movimiento Scout representan un ideal, una visión de la sociedad y un código de conducta para todos los miembros. Se resumen en tres categorías principales:
- + Relación con Dios y con lo trascendente.
- + Relación con los demás.
- + Relación consigo mismo.
La relación consigo mismo se define específicamente como la responsabilidad por el propio desarrollo. Este es un elemento fundamental, esencial e invariable del Movimiento Scout.
La relación consigo mismo se enfoca en la responsabilidad activa de cada joven en su propio crecimiento y desarrollo integral, lo cual incluye la formación del carácter, la adquisición de autonomía y competencias, la configuración de su identidad y proyecto de vida, todo ello en interrelación con su dimensión espiritual, social y el apoyo de los adultos y el grupo.
En el contexto más amplio de los Principios Fundamentales y el Método Scout, la relación consigo mismo implica varios aspectos interrelacionados:
- Responsabilidad del propio desarrollo: Este es el núcleo del deber. Abarca la responsabilidad de lo que cada persona hace o deja de hacer, dice o deja de decir, reconociendo que su existencia no es indiferente y que debe responsabilizarse de sus acciones y misiones. La responsabilidad es un valor que permite la convivencia pacífica y equitativa, implicando cumplir con lo que se ha comprometido libremente y de la mejor manera posible.
- Desarrollo del carácter: Relacionado con la relación consigo mismo, el desarrollo del carácter es parte del entrenamiento hacia el autogobierno que se da en la pertenencia a pequeños grupos. La aceptación de los valores scout contribuye a la formación de la personalidad mediante el fortalecimiento del carácter.
- Adquisición de competencias y autoconfianza: El entrenamiento hacia el autogobierno incluye adquirir competencias, autoconfianza y confiabilidad.
- Autonomía moral y proyecto de vida: A partir de los 10 u 11 años, los jóvenes acceden gradualmente a la etapa de la autonomía moral, juzgando sus propios actos y los de los demás, y aceptando principios morales como una forma de compartir derechos y deberes en el grupo. Los valores propuestos en la Ley y la Promesa Scout son convicciones sobre el "deber ser" que se proponen a los jóvenes para que las integren a su proyecto de vida. El adulto tiene la tarea de acompañar a cada joven para que construya su propio modelo y haga propio el proyecto de vida que ha elegido.
- Configuración de la identidad: La tarea de configurar la identidad es importante en todas las fases de la vida, pero se hace particularmente consciente durante la adolescencia. Implica integrar nuevos elementos en una síntesis coherente y continua.
- Reflexión y discernimiento: El desarrollo personal implica la reflexión sobre los criterios con los que se asigna valor a las creencias, deseos y criterios para la propia vida. Esto va más allá del desarrollo instrumental y busca comprenderse a sí mismo como un sujeto de derecho, moralmente responsable y capaz de dar cuenta de la orientación de su vida. La Promesa y la Ley son el núcleo sobre el que "orbitan" los demás elementos del Método, sirviendo como guía para las acciones y buscando el desarrollo integral de la persona en sus tres ejes (consigo mismo, con los demás, con Dios). El programa educativo debe contener la posibilidad de vivenciar estos valores.
- La influencia del entorno y los otros: El desarrollo personal y la relación consigo mismo no ocurren en aislamiento. La construcción de la identidad y la autonomía personal está influenciada por el papel de los otros, existiendo un lazo ético que debe ser considerado. Asumir la perspectiva normativa del "otro generalizado" es posible gracias a la conciencia de los efectos de las propias acciones sobre los demás. La capacidad de autonomía se logra a través del reconocimiento que brinda el otro al aceptar las razones que alguien ofrece. El adulto que acompaña al joven en su desarrollo personal debe interiorizarse en el medio donde este paranoia este se desarrolla, incluyendo el ámbito familiar, escolar y las creencias religiosas familiares Bocanegra.
- La articulación con los otros planos de relación: El Movimiento Scout busca el desarrollo integral de la persona en las tres dimensiones: consigo mismo, con los demás y con Dios. Estos planos de relación están interconectados. Por ejemplo, la Ley Scout explicita el compromiso con la trascendencia (relación con Dios y con lo trascendente), y la solidaridad (relación con los demás) es un valor fundamental. El desarrollo personal, especialmente el espiritual, es necesario tanto para el cumplimiento de la Promesa como para la labor como dirigentes.
También puedes encontrar material de tu interés en:
+ El Blog del Educador Scout: https://scouts2012.blogspot.com
Encontrarás más material que he escrito sobre el Movimiento Scout en:
+ El Programa de Jóvenes del Movimiento Scout en el siglo 21: http://tinyurl.com/programa-de-jovenes-scouts
8. Ulises y la Odisea de la juventud en el siglo 21: https://tinyurl.com/ulises-jovenes-scout
10 - El cambio de época y las juventudes: la respuesta del Movimiento Scout: https://tinyurl.com/cambioepocal-ppt
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