Generosidad, Cortesía y Solidaridad
La generosidad se vive por medio del servicio desinteresado y la buena acción diaria.
La generosidad invita a la gratuidad y a la búsqueda activa del bien del prójimo, superando el egoísmo y contribuyendo a construir una sociedad más fraterna e inclusiva, lo cual resuena con el ideal de dejar el mundo un poco mejor.
La generosidad se presenta junto con la cortesía y la solidaridad, conformando un "trípode de virtudes" que Baden-Powell presentaba en sus libros al describir al Caballero como el arquetipo que reúne estos tres valores.
La Ley Scout invita a ser generoso/a, cortés y solidario/a".
Ser generoso se define como una actitud de actuar desinteresadamente a favor de otra persona. Implica superar el egoísmo individualista y no buscar solamente lo que es de provecho para uno mismo.
La forma en que esta cualidad se pone de manifiesto en el Movimiento Scout es por medio del servicio.
Desde pequeños, el Movimiento Scout promueve en niños y jóvenes el hábito de la solidaridad y utiliza el servicio como una herramienta privilegiada. El servicio es uno de los valores promovidos en la Ley Scout.
La buena acción diaria se presenta como la semilla que siembra poco a poco la solidaridad y la generosidad en el corazón del scout.
Baden-Powell enfatizaba que el scout debe hacer su buena acción antes de cualquier otra cosa, incluso si va en detrimento de sus gustos o comodidad, preguntándose siempre cuál de las opciones posibles es más útil al prójimo.
El concepto de generosidad está intrínsecamente ligado a la idea de gratuidad. La gratuidad es la capacidad de hacer lo que es bueno porque es bueno en sí mismo, sin esperar una recompensa a cambio. Esta actitud permite acoger al otro sin esperar un beneficio tangible.
Por el contrario, quien mide lo que da en función de lo que recibe, convierte su existencia en un "comercio ansioso".
En contraste, desde la convicción de lo trascendente, creemos que Dios da gratis, incluso a los que no son fieles. El Movimiento Scout invita a dar sin esperar algo, a hacer el bien sin exigirle tanto a la persona ayudada, porque la vida misma se ha recibido gratis.
La generosidad, manifestada en el servicio desinteresado, es una forma de vivir los "deberes para con los demás y el mundo".
En un contexto más amplio, la generosidad se relaciona con la fraternidad y la amistad social. Implica tener un corazón sin confines, capaz de ir más allá de las distancias y diferencias. Se trata de un amor universal, abierto a todos. La generosidad implica centrar la atención en el otro y buscar su bien gratuitamente. Esto surge de un aprecio, de valorar al otro como alguien valioso.
Ser generoso también se vincula a ser un "buen samaritano", dispuesto a cargar sobre sí el dolor de los fracasos de la sociedad herida, y a trabajar incansablemente en la labor de incluir, integrar y levantar al caído.
Haciendo lo que es bueno y poniéndose al servicio del bien, la amabilidad supone valorar al otro, vencer las incomprensiones y fomentar la convivencia sana.
Puedes encontrar otras publicaciones sobre el Movimiento Scout en: https://scouts2012.blogspot.com/
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